Cuando apareció la máquina de coser se produjo una importante revolución en el arte de la costura. En cuanto a la necesidad de incorporarla como dispositivo clave para efectuar esta tarea, las primeras tentativas consistían, justamente, en seguir el proceso de costura a mano, tomando como elemento una aguja a la cual introducían y sacaban de la tela a través de unos dedos mecánicos conocidos como “dientes”. Sin embargo, estos primeros acercamientos a la invención de la máquina no fueron demasiado exitosos. De hecho, luego se comenzó a pensar en otra alternativa, basada en el acto de abandonar el método convencional de aseguramiento de las telas, pensando en otro sistema que permitiera la unión de las mismas pero de una forma más adecuada.
Actualmente, los modelos son vastos y el más conocido es el Singer, cuyo origen consistía en un aparato que podía ser montado en la parte superior de la caja de embalaje misma, al tiempo que una biela de madera facilitaba la unión del pedal con la manivela del voltante, que se encontraba dentado. De hecho, todos los modelos anteriores a la Singer no tenían un método de movimiento moderno, simplemente debían conformarse con el uso de la manivela(.
(estracto) Contexto original en la página: www.maquinariapro.com/.../